Los expertos en educación infantil recomiendan desde una temprana edad que los niños tengan sus propios espacios de juego y estudio. Cuando mi hijo entró al colegio, me llamaron varias veces a decirme que se distraía mucho y era muy desordenado a la hora de hacer las actividades. Me preguntaron como era el ambiente en casa y les comenté que todo lo compartíamos y yo no tenía inconveniente en tener la plastilina en la mesa del comedor. La cara de la profesora me lo dijo todo. Algo estaba haciendo mal y en el colegio me recomendaron que cada actividad debe pertenecer a un lugar para crear ese sentimiento de pertenencia por lo mío y el respeto por lo de los demás. Es decir, nada de juguetes en la sala, ni herramientas de manualidades en la mesa del comedor. Las razones:

1. Mayor comodidad: Los niños en una mesa y silla de adulto se sienten incomodos y se presta para que no se queden quietos a la hora de hacer las tareas. Lo que los distrae y frustra, haciendo así que el trabajo lo dejen o terminen a medias. Adicionalmente, esto lleva a problemas de postura, lo que no ayuda a la concentración.

1. No hay distracciones: Si hacemos las tareas en áreas sociales, las distracciones son muchas. El teléfono, el ruido de la cocina, la televisión etc. Cuando el niño tiene su propia mesa de estudio en su ambiente, tendrá mas enfoque en la actividad que va a realizar.

1. Sentimiento de pertenencia: Como lo mencionamos antes, a los niños les gusta tener su rutina y saber donde están sus cosas. Cuando les entregamos un lugar de estudio, los niños sienten que es suyo y por lo tanto existen más probabilidades de quedarse ahí para jugar y/o estudiar.

1. Enseña a mantener orden: Cuando el niño se quiere sentar a dibujar y encuentra todos sus colores regados por la habitación o el escritorio, empieza a entender que las cosas tienen su lugar para poder ser encontradas fácilmente. Cuando se comparten estos espacios con el resto de la familia, la responsabilidad de recoger le queda a la mamá o la persona adulta encargada. Se vuelve como un hecho que otros hagan las cosas por mi, y no una responsabilidad por mis pertenencias.

1. Incrementa la creatividad: Al no tener distracciones, al sentirse dueño y tener muebles a su medida, los niños se sienten tranquilos y por lo tanto su mente esta enfocada en lo que quiere expresar manualmente.

 

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La edad para que los niños empiecen a tener su propio escritorio es a partir que empiecen el colegio. Es decir, desde los 4 años aproximadamente.

 

En El Mueble Suizo Juniors, llevamos 24 años creando muebles infantiles y juveniles siempre pensando en la fisionomía de los niños. Te dejamos algunas ideas de escritorios para niños y niñas:

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